Con burlas y risotadas Herodes quiso probarte, Quiso ver si confesabas Que eras el Hijo de Dios El Mesías que esperaban.
Y ante tanto desvarío,
Tu Señor, Silencio guardas. ¡Qué divina paradoja
Que siendo Tú, la PALABRA Ante tamaña insolencia
No digas nada, te callas!
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