sábado, 28 de marzo de 2020









Parece que es la hora, y no es la hora.
 Parece que está todo... y algo falta.
Parece que la alcanzo y es más alta.
Parece que se acerca, y se evapora.
Parece que amanece, y es la aurora.
Parece que es su voz, me sobresalta,
y siento que algo huye, algo salta
como una luz esquiva y brincadora.
Pero sigo esperando, que a mi modo,
 en ese hueco de esperarla, todo
me sabe a la alegría del reencuentro.
Si en mi pulso ya late su latido,
¿qué será cuando, al ver que ya ha venido,
 la semana de Dios me suene dentro?
 
Pregón de antonio garcia barbeito


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