Caminas como en vuelo imposible, milagro alado el de tu pisada, dejando de la noche en la nada el hielo de tu condena impasible.
Te miraré, Señor, ¿será posible tanta dulzura viva en tu mirada, ni un reproche ni una palabra airada y tan prudente paciencia increíble?
¿Será posible tan divino amor?
¿Lo será tanta belleza en el dolor? ¿Lo será tu sublime maravilla?
¿Lo será hacer el martirio primor?
Será posible. Que a tu paso Señor, Pasión es Dios andando por Sevilla
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